viernes, 1 de mayo de 2020

LA TORMENTA

Se iba acercando la tarde
de aquel día de primavera.
Unos negros nubarrones,
presagiaban la tormenta.

En el campo los sembrados,
en los patios las macetas.
en las mocitas el garbo,
y en las fuentes, la belleza.

¿Qué ocurrirá si no amáina
el ímpetu con que llega?.

¿Arrasará los sembrados?
¿los convertirá en cepas
los árboles que ha poblado
de ramas la primavera?

Temor, ansia, larga espera
transcurre por nuestras mentes,
a medida que se acercan
los vientos intermitentes
y las descargas eléctricas.

Ya es una realidad.
Ya está lloviendo sin tregua.
Ya las aves asustadas
vuelan y vuelan y vuelan,
en busca de algún refugio
que evite las consecuencias.

Ocurrió con mucha prisa
dejando múltiples huellas,
de tal forma o de tal guisa
que inundó parques y vegas.

Los sembrados asolados,
muertas dejó las macetas,
y en las mocitas, el garbo
fue trocado por tristeza.

Todo el invierno aguardando
que llegue la primavera;
pero por Dios que no llegue
la destructiva tormenta.


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F. Valladares Ortiz



domingo, 26 de abril de 2020

ROSCOS AMARILLOS, de Semana Santa

Recuperando recetas, traigo una de Las Cabezas de San Juan (pueblo de mis raíces). Se hace en Semana Santa y es la de los ROSCOS AMARILLOS.



INGREDIENTES:
*1 kg. de harina de repostería,
*1/2 kg. de azúcar,
*1 sobre de levadura,
*1 vaso grande de vino blanco (en el vino se disuelve una cucharada de azafrán), 
*1/2 litro de aceite (antes lo ponemos a freír con la cáscara de un limón y antes de apartarlo del fuego le ponemos 50 gr. de anís o matalahúga en grano)
Es una proporción que se puede hacer mayor o menor, según los comensales.

Preparamos en un bol todos los ingredientes, mezclamos y amasamos bien. Una vez que tengamos preparada la masa, hacemos los roscos, los pasamos por azúcar (solo por un lado) y los ponemos en una bandeja de horno encima de papel vegetal con el lado de azúcar hacia arriba. Los roscos se ponen algo separados unos de otros en la bandeja, porque se ponen un poco mas grandes con la levadura.

El horno debe estar precalentado a 180º, arriba y abajo. Se dejan hasta verlos doraditos, pero no en exceso, unos 20 o 25 minutos, según horno.

Y cuando estén templaditos a comer... BUENÍSIMOS!!😋